“Ay señores qué será de nuestra cumbia, lloraremos de día y noche con tristeza y amargura, llorar, llorar mientras se pueda llorar nuestra Cumbia Chorrerana”, ese era el sentir que más de una vez Carlos Felipe Isaacs, mejor conocido como Ñato Califa expresó a través de su música. En sus letras y ritmos plasmó aquella gran preocupación de que en algún momento la Cumbia Chorrerana desapareciera.
16 años después de aquel fatídico viernes 13 de enero de 2006, en el que Ñato Califa, su cantante Lucía Chía Ureña y otros nueve integrantes de su conjunto fallecieran en un accidente de tránsito, la gran interrogante es ¿qué ha pasado con la Cumbia Chorrerana? ¿Se mantiene vivo ese legado que dejó el llamado “Rey de la cumbia”?
Muchos conjuntos, curiosamente de nuevas generaciones, han surgido con el propósito de conversar una de las principales tradiciones de los chorreranos y por la que Califa trabajó por años. Festivales, días conmemorativos y hasta concursos han nacido para que el legado de este intérprete permanezca de generación en generación; sin embargo, para algunos, entre ellos historiador Arturo Guzmán, no es suficiente.
“Voy a ser sincero, la Cumbia Chorrerana, desde mi punto de vista está moribunda, hay un empeño por parte de descendientes de Chía Ureña, ellos tienen una agrupación y han hecho un gran esfuerzo por mantener un evento anual que lamentablemente con la pandemia se ha paralizado, pero no es de un grupo nada más, debiera ser de más”, dijo Guzmán.
De acuerdo con el historiador, la preocupación de Califa surgió porque él sentía que no había sucesores, en aquellos años había otros conjuntos que tocaban cumbia, pero sus presentaciones eran esporádicas, así me lo dijo en conversaciones que tuvimos, esa era su gran preocupación, aparte de que también me decía que la cumbia no era rentable, me dijo que muchas veces prácticamente tocaba gratis.
Para Guzmán, lo primero que se debe hacer es empezar por enseñar sobre folclor, en este caso la cumbia desde las escuelas. "También tenemos una regional del Ministerio de Cultura, a través de la que se pueden dictar seminarios relacionados con este y otros géneros, los municipios deben hacer eventos y respaldar más estas actividades”, sugirió.
¿Y las nuevas generaciones?
Había transcurrido un año de la muerte de Ñato Califa cuando un joven estudiante, con muchos deseos de preservar la Cumbia Chorrerana, incursiona en la misma. Fernando Gibbs, quien lleva la batuta del conjunto Los Sucesores de la Cumbia -y quien desde muy niño rogaba a su mamá lo llevara a la Feria de La Chorrera para poder escuchar a su ídolo "Nato Califa"- se ha mantenido firme, a pesar de las dificultades.
(El joven Fernando Gibbs junto a Ana Ureña, hermana de Chía Ureña)
Con algo de tristeza y preocupación confiesa que la cumbia ha decaído bastante debido a la falta de apoyo de parte de las autoridades y empresas. “El pueblo acude cuando se hacen las actividades, lo que falta es apoyo de la otra parte y el problema es que no resulta rentable”, mencionó.
Pero Gibbs no se da por vencido, actualmente dicta cursos a niños y jóvenes para enseñarle lo aprendido, a través del Departamento de Cultura del Municipio de La Chorrera . “Estoy tratando de crear un semillero como uno dice, compartiendo lo que yo aprendí hace años, ese es por ahora mi otro aporte para mantener viva la cumbia chorrerana”, agregó.
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Este joven intérprete coincide con el historiador Guzmán en que no basta con realizar actividades anuales, ya que para preservar este legado hay que ser constante y se necesita mucho apoyo en todos los aspectos.
Por su parte, Rodolfo César, de la Asociación Folclórica Chorreranos Unidos “Que la Cumbia no pare”, por el contrario considera que la cumbia no ha desmejorado en nada.
“Pensábamos que con la desaparición física de Ñato, Chía y demás músicos, la cumbia iba a desaparecer. Creo que la cumbia después cogió más auge, porque han surgido nuevas agrupaciones de jóvenes, hay varias agrupaciones que se han mantenido ejecutando la Cumbia Chorrerana”, manifestó.
(Jovani Hernández, hijo de Chía Ureña, mantiene viva la tradición)
A pesar de las limitaciones mencionadas, la asociación que lleva a cabo el Festival de la Cumbia en La Chorrera ha tenido sus logros, el más importante es la aprobación de la Ley el 15 de febrero del 2020. “Fue sancionada para que el Festival de la Cumbia se declarara como Festival Nacional, cuyo objetivo es mantener ese legado cultural del pueblo de La Chorrera y con eso se ayudará a apoyar a futuras generaciones que están en formación”, dijo.
Para marzo próximo, del 10 al 13, planean realizar el tradicional Festival de la Cumbia en el Parque Libertador. Dentro de las atracciones están el concurso de acordeonistas Ñato Califa, en el que el ganador será denominado “El príncipe de la Cumbia Chorrerana”. También habrá un concurso de cantoras de cumbia y otro de comelona de bollo preñado y chicheme, entre otros.
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Rodolfo César asegura que aunque falta mucho, el trabajo se está haciendo y dentro de los compromisos pendientes, por el que abogan mucho chorreranos, está la creación de los monumentos en honor a estos músicos que siguen en el corazón del pueblo que siempre acude al llamado de la cumbia.